¿Qué es?
Es un tipo de intervención terapéutica que tiene como finalidad principal potenciar el bienestar emocional y social del niño. Se basa en un conjunto de técnicas y métodos usados para poder ayudar a niños y niñas que tienen problemas con sus emociones o conductas, y uno de los muchos elementos que la diferencian de la terapia para adultos es que utiliza el juego como elemento clave en la terapia. Además, implica a la familia (y en ocasiones la escuela y/o otras instituciones y profesionales) en el proceso terapéutico, por lo que la relación terapéutica y la alianza es múltiple.
Beneficios
Desarrollar habilidades sociales y relacionales.
Mejorar la autoestima en los niños.
Afrontar los problemas y liberar tensiones.
Practicar herramientas para mejorar su bienestar emocional.
¿Cuándo buscar este servicio?
Problemas de conducta: enfado e ira excesiva, rabietas descontroladas e intensas o frecuentes, desobediencia extrema, agresividad, etc.
Problemas para conciliar el sueño, pesadillas
Problemas de atención, aprendizaje o lenguaje (por ejemplo, retrasos en el habla)
Hiperactividad e impulsividad
Bajo rendimiento escolar
Tristeza, desinterés, estado de ánimo decaído, somnolencia excesiva
Cambios en el apetito
Timidez, retraimiento y problemas de relación social
Falta de respuestas emocionales apropiadas
Problemas con el control de los esfínteres
Miedo intenso e irracional